1st March 2013
La plantación de árboles de siringa (Hevea brasiliensis) en la parte oeste de África se ha estado llevando a cabo desde hace décadas.
— Por Gary Olsen, representante de fábrica, ventas internacionales
El clima se corresponde mucho con las demandas de precipitaciones requeridas para sostener esta especie, que es originaria de la selva amazónica. Empresas como Firestone han estado presentes desde que comenzaron los primeros cultivos, y cosechan el valioso látex para producir neumáticos y otros productos de goma.
Malasia e Indonesia, donde también hay condiciones favorables para el crecimiento, tienen vastas plantaciones de siringa (Havea brasiliensis). La difusión de la siringa fuera de su hábitat natural fue inicialmente impulsada por los británicos a finales del siglo dieciocho, y es la razón de la que estas plantaciones sean más comunes en las antiguas colonias británicas que cuentan con las condiciones climáticas adecuadas. La ciudad occidental de Takoradi en Ghana se encuentra en el centro mismo de esta industria y tiene muchas plantaciones bajo la administración de la compañía Ghana Rubber Estates Limited (GREL).
Por desgracia, las siringas (como la mayoría de los seres vivientes) comienzan a rendir menos a medida que se acercan a la vejez; por eso entre los 25 y 30 años, ya no producen la cantidad de látex requerida para la viabilidad económica de la plantación. Estos cultivos de rotación extensiva necesitan ser despejados y replantados; esto genera grandes volúmenes de fibra de madera que hasta hace poco simple y trágicamente se dejaban de lado y se quemaban debido a la opinión predominante de que no había mercado para dicha fibra. Por el contrario, en Malasia e Indonesia, la siringa se ha utilizado desde hace tiempo para hacer muebles de gran valor. A pesar de su nombre común, árbol del caucho, esta planta posee una madera muy dura y resistente, altamente apreciada en la industria de muebles del sur de Asia.
Entran en escena el protocolo de Kioto, la industria del biocombustible y los objetivos medioambientales establecidos para los productores europeos de energía, y de repente se materializa un mercado para esta fibra proveniente del África occidental. En Ghana, con la fundación de Takoradi Renewable Energy Limited (TREL), con el auspicio de Africa Renewables Ltd con base en Londres y la visión del fundador y director ejecutivo Jean Francois (JF) Gullion, vemos ahora el arribo regular de barcos al puerto de Takoradi para cargar astillas de siringa. Las astillas se venden a los servicios públicos de energía europeos para producir electricidad limpia y sostenible.
El uso de un skidder 635D de tracción en las seis ruedas de Mackolines Machines & Hire que ayudara a cumplir con la tarea de cosechar las siringas es algo con lo que JF había soñado por algún tiempo. Su gerente de operaciones, Ian Paterson, había trabajado en condiciones similares en Liberia. La aplicación requería un skidder que permitiera una extracción evaluable de las siringas, la cual fuera virtualmente independiente de la precipitación y la saturación del suelo resultante. El nivel de precipitación anual en estas áreas puede llegar hasta 5 metros (casi 200 pulgadas). ¡Y a veces se siente como si todo eso cayera en un día! Mantener la capacidad de extracción incluso cuando llueve (pero sin dañar el suelo) es algo que no le causa problema alguno a un skidder de seis ruedas. Y si se lo duplica, como hace TREL en las áreas más húmedas, básicamente se convierte en un skidder de doce ruedas con características de flotación verdaderamente excelentes.
Otro desafío causado por la falta de caminos, la forma y la disposición de las plantaciones, es el que presentan las enormes distancias de arrastre. Una carga rentable es fundamental para tener éxito. Las siringas, que promedian alrededor de una tonelada métrica y media por tronco, tienen que cosecharse junto con su gran rizoma para evitar subsecuentes patógenos o enfermedades que matarían los cultivos futuros. Para lograr esto de manera rentable, simplemente se tiran abajo los árboles con una topadora o una excavadora. Un equipo de operadores con motosierras las sigue cortando los rizomas del tronco y de la copa. Por último, el skidder acumula y arrastra los árboles hasta el costado del camino, donde se meten en un astillador CBI; las astillas van dentro de remolques de piso móvil de gran capacidad, que se transportan a un área de almacenamiento cerca del puerto y se apilan.
Cuando llega un barco para carga, todo el equipo de cosecha y transporte se retira del campo y se usa para llenar el barco lo más rápido posible. Los skidders, incluido el 635D, se bajan hasta la bodega y tienen la responsabilidad de desparramar y compactar las astillas para maximizar la capacidad de carga del barco.
El skidder 635D, los neumáticos extra y los repuestos se enviaron a Ghana en dos contenedores de 40 pies. Jeff Cave, representante de ventas y soporte de fábrica en África, y yo viajamos a Takoradi desde Sudáfrica para ayudar con el montaje final y con la capacitación técnica y para los operadores. (Ambos llevamos los medicamentos contra la malaria esta vez. Aprendí una lección valiosa por las malas en Angola, puede leer acerca de eso en BTB n.º 25).
El proceso de montaje no careció de demoras, frustraciones y momentos divertidos. Comenzó con el triste fallecimiento del presidente de Ghana, John Atta Mills, antes de que llegáramos. Esto dio como resultado una semana de luto seguida de un funeral estatal fijado para la misma fecha en que nuestro skidder salía de la aduana. Finalmente, los dos contenedores llegaron al taller de TREL a la mitad de la semana siguiente.
El reciente descubrimiento de petróleo y gas en alta mar cerca de Takoradi ha convocado un flujo de equipos móviles para levantamiento pesado estimulado por los ilimitados presupuestos de la industria petrolera. Esto animó nuestras esperanzas: nuestros peores desafíos consistían en levantar los contenedores de los camiones de transporte y sacar el skidder del interior de uno de ellos para llevarlo hasta nuestra superficie de trabajo. Pero era claro que Jeff y yo teníamos ideas delirantes basadas solo en un sueño.
Terminamos con una grúa móvil para levantamiento pesado comprada de segunda mano en Austria hacía 47 años. La máquina vino completa con su orgulloso dueño austriaco, quien nos obsequió historias de antaño: Cómo su grúa había levantado 20 toneladas métricas de troncos y las había colocado en camiones para exportar maderas duras nativas. Junto con un cargador sobre ruedas de un modelo posterior y una excavadora, la tarea de levantar los contenedores de forma segura era onerosa, por decir lo menos.
Finalmente se llegó a la tarea de armar la máquina, lo que incluía instalar los bogies, los extremos de ruedas del eje central y los neumáticos. En el término de un día, la máquina estuvo lista para la inspección a cargo de los técnicos locales de Cummins, y llegó la hora de sacar unas cuantas siringas. Jeff Cave impartió un poco de capacitación técnica y para los operadores y, desde ese momento, la máquina ha trabajado sin ninguna falla durante cinco meses. Jeff realizó una visita de seguimiento a la operación en noviembre para dar un poco más de capacitación técnica y para los operadores. Basado en el rendimiento de este 635D pionero, Jeff observó el potencial para vender más máquinas en Costa de Marfil, Liberia y otros países del oeste de África.