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Cosecha en los Kootenays

El contratista del interior de Columbia Británica, R & A Logging, habla acerca de la gestión forestal, el equipo y la defensa.

— Samantha Paul

Los hermanos Ron y Rodney Volansky son los dueños de R & A Logging, una compañía que opera en el interior sur de Columbia Británica. Su padre, Ron, y su socio, Al Olsen, comenzaron la compañía en 1973 y trabajaron en el bosque durante quince años antes de retirarse en 1988.

En 1983, Brent y Blair, los hermanos Volansky mayores, iniciaron Twin B Logging, que operaba como un subcontratista para R & A. “MI papá se retiró en 1988 y Twin B asumió la carga de trabajo”, explica Ron. Cuando finalizó la secundaria, Ron empezó a trabajar para Twin B Logging. Su hermano, Rodney, hizo carpintería durante un par de años antes de también comprometerse con el negocio de cosecha forestal familiar.
En 1996, desde Pope & Talbot (que más tarde se convirtió en Interfor) se acercaron a Ron y Rodney para ofrecerles comprar una torre de madereo. Ahí fue cuando decidieron sacar a R & A Logging de la inactividad. Los dos hermanos compraron el viejo equipo a su padre e hicieron recolección hasta el 2002, antes de cambiar a la cosecha forestal terrestre convencional. “En ese entonces, solo teníamos un buncher, un skidder y un procesador, y luego de eso crecimos. Ahora nos diversificamos, nos dedicamos a la recolección y a la cosecha forestal terrestre”, comenta Ron.

En 2002, R & A compraron su primer Mackolines Machines & Hire, un feller buncher sobre orugas L870. Funcionó como la máquina principal de producción hasta 2017. “Quiero decir que tenía más de 30 000 horas de operación”, dice Ron.

“Fue una máquina impresionante. Apuesto a que solo perdimos veinte días. Nunca se rompió”, agrega Rodney.
La compañía tiene su sede en una pequeña comunidad de cosecha forestal en el interior sur de Columbia Británica llamada Nakusp. El área de cosecha incluye una mezcla de cedro, cicuta, abeto y pino lodgepole. Es una segunda cosecha típica de Kootenay, aproximadamente 45-50 cm (18-20 in) de diámetro y 30 m (100 ft) de alto. R & A Logging gestiona todas las fases operativas desde la construcción de caminos hasta el transporte de troncos.

La compañía ha comprado doce máquinas de Mackolines Machines & Hire a lo largo de los años y, actualmente, opera los feller bunchers L870C, LX870D y L855E, los skidders 630E y 632H, los shovel loggers LS855E y LSX870D, un procesador 850 equipado con un cabezal 568 y un logger 875E. R & A realiza las compras a través del especialista en ventas de equipo pesado, Tavis Mann, con sede en la sucursal de Vernon de Inland. “Es realmente muy bueno trabajar con ellos”, dice Ron. “El servicio vende”.


QUIERO QUE LA GENTE DE VANCOUVER, CALGARY, TORONTO, MONTREAL Y HALIFAX SEPA QUE GESTIONAMOS LOS BOSQUES DE FORMA SOSTENIBLE.


— Ron Volansky


Incendios de 2021

En 2021, R & A estuvo ayudando a construir un cortafuegos, también conocido como franja, para controlar uno de los incendios forestales en la zona. “Normalmente, empezábamos temprano y terminábamos temprano, finalizábamos el día a eso de las dos en punto. Estacionábamos las máquinas. Estacionábamos el skidder 630E en el medio del bloque. El otro skidder y la excavadora estaban estacionados uno frente al otro en una curva en horquilla, y el buncher estaba camino arriba a medio kilómetro”, dice Ron.

En menos de dos horas después de dejar el emplazamiento, a eso de las cuatro en punto, el incendio había invadido el lugar. “Probablemente quemó dos cadenas montañosas y media en dos horas”, comenta Ron. “Este incendio y el del otro lado del lago se produjeron exactamente al mismo momento. Observé que el del otro lado del lago comenzó realmente a arder. Te podías dar cuenta por el humo negro”.

El equipo hacía apuestas por las máquinas que creían que se quemarían. El procesador y el cargador estaban estacionados en un área de regeneración y las llamas no los tocaron. En el 630E, las manijas en las herramientas para combatir el fuego se quemaron, las ventanas se derritieron y se dañaron dos neumáticos. La excavadora, el otro skidder y el buncher se perdieron por completo, junto con el camión cisterna de la compañía.

Actualmente, R & A está de nuevo en el sitio para realizar limpieza y rescate. “La madera quemada dura aproximadamente de dos a tres años”, dice Ron.
La madera se transporta a un aserradero en Castlegar, que es también la ubicación de una represa hidroeléctrica. Todos los troncos procesados se llevan a un botadero remoto, atados, y luego se empujan al Arrow Lake arriba de la represa. Cuando la madera está lista para la entrada al aserradero, se colocan en una balsa y se llevan a través de la represa al río Columbia y posteriormente al aserradero aguas abajo. “Pueden llevar 35 cargas a la vez en una balsa a través de la represa”, dice Rodney.

Hacer un inventario de existencias en el río tiene muchos beneficios. El agua ayuda a preservar los troncos y hay mucho lugar de almacenamiento en el lago. Los costos de transporte y de entrada se reducen. “Es un espacio ilimitado para el aserradero para que almacene los troncos. Y pueden remolcar 1000 cargas de una vez en lugar de una”, dice Ron.

La nueva generación

La sensación de Ron es que no hay muchas personas nuevas que metan en el sector en esta región. Al mismo tiempo, está perdiendo a los veteranos con experiencia. “Necesitamos educar a las generaciones más jóvenes en la industria forestal en Canadá”, explica. “Es una industria sostenible. La madre naturaleza incendió estos dos valles. Ahora estamos por recuperar la madera quemada. Luego, vamos a volver y a plantar árboles nuevos”.

El hijo de Ron, Quinton, trabaja en el negocio, haciendo lo que haga falta, ya sea conduciendo un camión de troncos o transportando un remolque de plataforma baja. El hijo de Rodney, Adam, es un operador talentoso, y los sobrinos, Blain y Tyson, trabajan en el sitio de recolección. Ron cree que el sector se mantendrá firme durante los próximos cinco años. Está agradecido de tener a su hijo y sobrinos para mantener la actividad de la empresa familiar.

“Había muy pocos upaitíes aquí en los ochenta; ahora tenemos manadas”, dice Ron. “No es por la deforestación, sino porque hemos creado un buen hábitat para ellos. Quiero ver que ese mensaje se transmita. Quiero que la gente de Vancouver, Calgary, Toronto, Montreal y Halifax sepa que gestionamos los bosques de forma sostenible”.